Georgina Amorós (Barcelona, 1998) apenas tenía 5 años cuando debutó delante de una cámara. Aprovechaba los descansos en los rodajes para merendar leche con cacao y galletas, y recuerda que sus padres tenían que arrancarla literalmente de los rodajes. Un cuarto de siglo después, la catalana mantiene inalterable su idilio con las cámaras, como demuestra su participación en "Élite" y "Todas las veces que nos enamoramos", y su magnetismo ha cautivado a las firmas de belleza más prestigiosas, como es el caso de Lancôme. Tremendamente disfrutona, foodie confesa, quizás algo "cabezota" (según sus propias palabras), fan del horóscopo y con una determinación a prueba de bombas, Georgina ha desvelado a Harper's Bazaar cuál es uno de sus talentos innatos: un olfato especial que le permite recordar a la gente por su aroma. Por esa razón, para ella es tan importante acertar con el perfume adecuado.

Georgina en esencia

Aprovechamos la oportunidad que nos ha brindado Lancôme de entrevistar a la actriz catalana para saber cómo es detrás de las cámaras: "Impaciente, pasional, perfeccionista y trabajadora. Una persona muy hogareña, muy de su gente, muy de su familia, muy de sus amigos... Siempre está buscando retos nuevos, nuevos estímulos, un nuevo salto que dar", confiesa. ¿Qué tiene que tener un papel para ser SU papel? Georgina lo tiene claro: "Tiene que ser un personaje con mogollón de capas, al que no me haya enfrentado antes, que para mí suponga un reto. Prefiero explorar y tirarme al vacío aunque dé vértigo. Prefiero tener vértigo a estar cómoda en el mismo sitio".

¿Y un perfume, qué tiene que tener un perfume para convertirse en EL perfume? "Ha de ser un aroma dulce pero no empalagoso, que sienta que tiene que ver conmigo y que me representa. Yo soy una persona muy sensible a nivel de olfato, y muchas veces me acuerdo de las personas por su olor, y quiero que ocurra lo mismo conmigo. Tiene que ser un olor único con el que yo me sienta cien por cien yo y cien por cien cómoda".

Regalar felicidad

Y así es 'La vie est belle' de Lancôme, el conocido como "perfume de la felicidad". ¿Qué es lo primero que la cautivó de esta fragancia de la que hoy se ha convertido en embajadora? "Me gustó mucho su frescura y sus toques florales", recuerda. "Me gusta utilizarla cuando tengo una cena especial o ahora por ejemplo en Navidad. La verdad, es un perfume que siempre ha estado por mi casa, me acuerdo de haberlo visto en casa de mis abuelos, mi hermana también lo usa…", nos cuenta. Hablar de Navidad es sinónimo de hablar de regalos, y de cómo encontrar el presente perfecto para sorprender a nuestros seres queridos, así que no nos resistimos a preguntarle: ¿a quién se lo regalaría?, queremos saber: "Creo que es un perfume que cambia según la persona que lo lleve. Es muy fresco pero a la vez tiene algo atemporal. Así que se lo regalaría desde mi abuela hasta mi hermana".

Consigue una muestra gratis de 'La vie est belle' aquí.

¿A qué huelen las Navidades de la actriz? "Mis Navidades huelen a chocolate con churros, a sopa de galets, típica de Cataluña, a leña, a casa, a familia, a la casa de mis abuelos. Para mí la Navidad es estar con mi familia y con mis amigos y poder estar juntos y hablar y comer juntos y reírnos y compartir tiempo". Una estampa que resume qué es la felicidad para Georgina: "La felicidad para mí es compartir tiempo con la gente que quiero".

Celebrar la vida

Siempre en busca de un nuevo reto, la actriz confiesa haber encontrado la felicidad en su profesión: "Recuerdo cuando empecé que para mí era un juego, para mí no era trabajar. Yo me lo pasaba superbién, me tenían que arrancar mis padres del set de rodaje (risas). Tengo muchas inquietudes. Yo quería estudiar psicología o bellas artes, toda mi familia ha estudiado bellas artes o ciencias sociales… no sé, siempre me ha interesado muchas cosas y siempre estoy buscando cosas nuevas. Hace poco hice un curso de guion, por ejemplo. Pero dedicarme, como tal, soy muy feliz en mi profesión". Nunca se ha planteado un plan B pero, por supuesto, no se trata de su única pasión: "Me llena de alegría vivir de mi trabajo, muchísimo, es donde más disfruto. Luego también viajar, me encanta, descubrir sitios nuevos, comer... ¡me flipa comer! Me da rabia que no tengo suficiente tiempo para hacer todo lo que me gustaría. Ahí estoy, intentando encontrar el equilibrio entre disfrutar de mi trabajo, que eso es una suerte, y poder hacer otras cosas como viajar, pasar tiempo con mi gente…"

Así, descubrimos que lo que consigue arrancarle una sonrisa XL a la catalana son sus sobrinillos: "Ver cómo crecen, cómo van descubriendo el mundo, cómo se sorprenden por todo... es lo que más me fascina", nos cuenta. Optimista por naturaleza, Georgina es consciente de la importancia de "aprovechar cada momento como si fuera el último, estar superpresente", y afrontar la vida con optimismo y determinación: "Creo que soy bastante optimista, sobre todo soy bastante cabezota. Aunque algo no salga siempre intento buscar la forma. Y si no es eso, hacer algo que me motive, seguir buscando opciones que me hagan feliz".

¿Podría decirse que 'La vie est belle' para Georgina Amorós? Podría decirse y, de hecho, así lo reconoce: "Estoy en un momento muy dulce, tengo tres proyectos que me hacen muchísima ilusión estrenar. Este año a nivel creativo para mí ha sido una explosión. he aprendido mucho. He hecho personajes muy diferentes, y tengo muchas ganas de seguir creciendo en este aspecto". ¿Un propósito, un reto y un deseo para 2024? "Ojalá que a nivel artístico y creativo me siga sorprendiendo. Ojalá un personaje que sea un reto nuevo y un deseo: mucha salud y tener a mi gente muy cerca. Siempre".

La fragancia de la felicidad
El frasco de 'La vie est belle', que esboza una gran sonrisa de cristal, simboliza la filosofía de este perfume mítico que Lancôme lanzó en 2012: celebrar la alegría de vivir y vivir la vida desde el optimismo y la felicidad. ¿Se te ocurre un regalo mejor?