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"Me gusta lo inesperado", advirtió Miuccia Prada a la makeup artist Lynsey Alexander. La maquilladora creativa global de la firma ayer tenía una misión especial: mostrar por primera vez sobre la pasarela Prada Skin y Prada Color, la nueva colección de tratamiento y maquillaje de Prada. Un momento histórico para la firma italiana que vio la luz en 1913 y actualmente capitanean Miuccia y Raf Simons.
Sorprender con algo nuevo en un tiempo en el que parece que está todo inventado no resulta fácil, pero si hay una marca capaz de reimaginar la belleza en el siglo XXI es Prada. Para su debut al frente de Prada Beauty, Lynsey se decantó por una imagen que conjuga misterio y vanguardia a partes iguales. "Se trata de un look efortless, refinado, moderno y sin edad", nos contó la experta después del desfile.
Para ella, tratar el cutis de las modelos en el backstage constituye un paso fundamental. "Cuanto más preparas la piel, menos maquillaje tienes que utilizar. Y a mí me gusta ver a la persona, odio la máscara", señala. Tras hidratar el rostro con la nueva crema de la marca y realizar un masaje facial, la maquilladora solo tuvo que aplicar una fina capa de base de maquillaje. Después, con el fin de resaltar los rasgos, Lynsey realizó un contouring invisible con su labial favorito de la línea, un nude —B01 Argile— que en el poquísimo tiempo que Prada Color lleva en el mercado (apenas un mes y medio) ya se ha convertido en un éxito de ventas en Asia.
Mientras que los labios ocuparon un discreto segundo plano, la mirada se erigió en el foco de atención. Para lograr ese extraordinario nude vibrante nunca antes visto, Lynsey usó diferentes pigmentos: "Beige, melocotón, capuchino, color carne…", cita de carrerilla. La paleta de sombras 06 Pulp, que la enseña describe como "tonos albaricoque orgánicos envueltos en un rosa reinventado", fue su mejor aliada.
El secreto de la apariencia enigmática y poderosa que lucieron las supermodelos Rianne Van Rompaey, Mica Argañaraz o Loli Bahia reside en algo tan sencillo como obviar por completo la máscara de pestañas. Y un último gesto, porque siempre hay un truco final que lo cambia todo: "Si aplicas un toque de sérum en los párpados consigues un insólito efecto lacado", explica la maquilladora. "Mi lema es que en belleza no hay límites. Jugar y experimentar son las claves para marcar la diferencia".