Martina Cariddi (Madrid, 2001) tenía 18 años cuando recibió una noticia que cambiaría su vida para siempre. La célebre plataforma de streaming Netflix la fichaba para formar parte del reparto de la serie Élite, la mayor fábrica de estrellas de la casa. Prácticamente de un día para otro, la madrileña se hizo famosa. La reconocían por la calle, ganó millones de seguidores en Instagram y se convirtió en un imán para las firmas de lujo.
Han pasado cuatro años desde entonces y hoy la joven sólo tiene buenos recuerdos de aquella etapa. "Para mí representa el momento en el que empecé a reafirmarme en esta profesión y a trabajar a fondo. Ha sido un proyecto que me ha enseñado muchísimo, tanto a nivel profesional como personal. Le dio la vuelta a mi mundo, pero volvería a repetirlo todo", asegura. La presión mediática fue tal que, en un momento dado, Martina tuvo que poner tierra por medio, literalmente, y se fue a vivir a Ibiza. "Necesitaba desaparecer por un tiempo, conectar conmigo misma y estar cerca de la naturaleza", reconoce.
Ya de vuelta en Madrid, mientras llegan nuevas oportunidades, la actriz está redescubriendo su faceta más artística. "Me he apuntado a clases de baile, de pintura y a un curso de escritura de guion", cuenta. Pero si hay algo que ha aprendido durante el último año es a gestionar las esperas entre un trabajo y otro. Una parte fundamental, dice, del oficio de intérprete. "Tienes que seguir creyendo en ti y no dejar de valorarte por recibir un no tras otro. Proteger tu autoestima, cuidar cómo te hablas a ti misma y gestionar de qué manera te enfrentas a cada casting", revela.
Sincera, espontánea e inteligente, nuestra protagonista es un soplo de aire fresco en un sector en el que no todos acostumbran a mostrarse al natural. Probablemente esa sea una de las razones por las que las casas más cool quieren colaborar con ella. Como Rabanne, que este año se ha estrenado en el universo del maquillaje. "Me siento muy identificada con el espíritu de la marca. Me encantan sus icónicos tonos metalizados, el poder que imprimen y lo fáciles que son de aplicar. No necesitas ser ninguna experta", afirma.
De fuerza ella va sobrada porque, a pesar de su juventud, es una de las actrices con un discurso más sólido. Decidió dejar de depilarse a los 16 años y, aunque ha sido muy criticada por ello, se ha mantenido fiel a sus principios. "Soy muy sensible, me afecta mucho todo lo que ocurre a mi alrededor, de ahí precisamente mi carácter rebelde y luchador", confiesa.
Martina nunca tiene miedo de abordar temas incómodos como, por ejemplo, la presión por cumplir ciertos estándares que sienten las mujeres en el cine. "Creo que no es algo que sólo suceda en esta industria. Las mujeres estamos día tras día combatiendo una sociedad patriarcal que nos hace pequeñas en muchísimas circunstancias. Últimamente me pregunto sin parar qué pasaría en el mundo si pudiéramos hacer todo lo que queremos, si tuviéramos las mismas oportunidades que los hombres en política, cine, pintura o educación, en absolutamente todo", reflexiona.
Eso sí, su mirada crítica nunca le ha impedido sonreír y mirar al futuro con optimismo. "Para mí la felicidad consiste en priorizarse, saber poner límites en las relaciones y rodearse bien de amor. Estar en paz y tranquilo con lo que cada uno es. Esa es la clave de todo".
Los productos de maquillaje favoritos de Martina Cariddi
Estilismo: Claudia Laukamp. Peluquería: Cynthia de León. Producción: Beatriz Martínez Velasco. Asistente de fotografía: Diego Carbajo.