Los 12 vestidos 'babydoll' más bonitos de la primavera que funcionan de los 30 a los 60 años

El vestido babydoll, ese que nació en los años 40 como una solución de la diseñadora de lencería Sylvia Pedlar para acortar la tela de los camisones en tiempos de escasez de tejido durante la guerra, se ha ganado un hueco en el armario femenino durante sus ocho décadas de historia. Sin embargo, de cuando en cuando el furor que despierta es más llamativo y esta primavera-verano 2024 son muchas las firmas que los han incluido en sus colecciones. Miu Miu apuesta por una versión ortodoxa con cuellos de camisa, Cecilie Bahnsen continúa apostando por una silueta que ya es sinónimo de su firma, Simone Rocha lo prefiere con gran lazada subrayando su espíritu coquette y Altuzarra, por poner un último ejemplo, lo transforma en vestido globo.

El vestido que lució la icónica modelo Twiggy en los sesenta y tres décadas después fue destrozado sobre el escenario por una Courtney Love que lo llevaba con medias rotas, zapatos Mary Jane y labios rojos, sigue demostrando su versatilidad: se adapta a todos los estilos y edades. Porque a pesar de que su longitud suele ser corta, el babydoll es ese vestido de corte amplio que no marca nada y soluciona fácilmente el qué-me-pongo por las mañanas. Más aún en un momento en el que lo mismo se puede comprar en versión invitada (la marca francesa Sézane acaba de lanzar uno con estampado de lunares) que para llevar a diario (H&M, por ejemplo, tiene varias opciones).

A pesar de que a su creadora, Sylvia Pedlar, el término babydoll no le hacía demasiada gracia, la película homónima protagonizada por Carroll Baker contribuyó a la popularidad de este minicamisón de 'muñecas' desde su estreno en 1956. Símbolo de la libertad femenina en la misma época en la que el New Look de Christian Dior volvió a encorsetar a las mujeres, el camisón lencero por encima de la rodilla alcanzaría el estatus de alta costura un par de años después de la mano de Balenciaga. El maestro transformó una prenda pensada para dormir en una silueta vanguardista y moderna que hoy reconocemos como seña de identidad de su inconfundible estilo. Y no fue el único: también Hubert de Givenchy hizo de sus sack dresses una defensa de los vestidos cómodos, amplios y acampanados. "He soñado con una mujer liberada que no está envuelta en telas. Todos mis diseños favorecen un movimiento rápido y fluido", llegó a asegurar.

Precisamente ese es el espíritu que predomina en los vestidos babydoll más bonitos de la primavera. A continuación, nuestros favoritos.

Los 12 vestidos babydoll más bonitos de la primavera