• Demi Moore ha revelado que se obsesionó con su imagen y el ejercicio, especialmente durante el rodaje de la película 'Algunos hombres buenos'.
  • Ha explicado que se sintió presionada para perder peso tras dar a luz a su hija Scout.
  • En sus memorias, confiesa también que sufrió una violación cuando tenía 15 años y que sus adicciones dominaron su vida.

“Ya no hay nada que tenga que esconder o proteger". Así de contundente se ha mostrado la actriz al presentar su libro. Una frase que justifica por qué ha decidido abrir su vida en canal y contarla en 'Inside Out', un recorrido por las luces y sombras de su pasado.

La actriz ahora tiene 56 años, pero hace unos cuantos que comenzó a obsesionarse con su imagen corporal. "Solo pensaba en hacer ejercicio todo el día", ha admitido. Ocurrió en 1992, cuando se preparaba para rodar 'Algunos hombres buenos'. Demi acababa de dar a luz a su hija y quería a toda costa deshacerse de los kilos que ganó en el embarazo.

"Pensaba que no podría parar de hacer ejercicio", ha explicado la intérprete a la revista People. "Era mi responsabilidad entrar en ese cruel uniforme militar que tuve que llevar durante el rodaje. Ponerme en forma para aquella película desató en mi una obsesión con el ejercicio que me consumió durante los cinco años siguientes. Nunca me atrevía a parar".

Actress Demi Moore Signs Copies Of Her Memoir "Inside Out"
Jamie McCarthy//Getty Images

Su problema llegó al punto de bajar excesivamente de peso, lo que no le permitió dar el pecho a su hija. "Mi leche no era suficiente y Scout no estaba creciendo como debería. Por eso el doctor le recetó leche de fórmula. Y aunque fue duro, continué ejercitándome obsesivamente".

La preocupación por su peso se acrecentó durante el rodaje de 'Una proposición indecente' (1993): "Volvía a la pantalla y solo podía pensar en mi cuerpo", escribe en su libro. "Dupliqué mi rutina de ejercicios, dejé de comer carbohidratos, corrí, monté en bicicleta... probé todas las máquinas imaginables".

¿El resultado? Enfermó hasta contraer neumonía y desarrollar un claro trastorno alimenticio. "Tomaba media taza de avena con agua para desayunar. El resto del día sobrevivía a base de proteínas y unas pocas verduras", admite. "Suena loco, pero es que los desórdenes alimenticios son así".

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Jason LaVeris//Getty Images

Sin embargo, Demi tuvo que frenar el ritmo cuando rodó 'Hasta el límite' (1997). En esta ocasión el papel de la teniente Jordan O´Neill exigía un aumento de peso. "Terminé la película pesando 62,5 kilos, más que en los últimos años. Y aunque mi reacción normal habría sido perderlos pasando hambre y haciendo ejercicio, de repente fui consciente de que no quería volver a aquello", dice. "Mientras me duchaba pensé: 'simplemente tengo que tener mi talla natural'".

La actriz explica que la meditación le ayudó a superar sus problemas de imagen. "No podía seguir luchando contra mi cuerpo y mi peso, tenía que hacer las paces conmigo misma".

Drogas, alcohol y abusos sexuales

La infancia de Demi Moore nunca fue un camino de rosas. Con una madre adicta al alcohol que intentó suicidarse en varias ocasiones y un padrastro ausente que se quitó la vida, no sorprende que la vida adulta de la intérprete se tornase gris. "Durante años estuve en una espiral, en un camino de verdadera autodestrucción”, ha admitido ella. En 2012, tras divorciarse de Ahston Kutcher, la actriz sufrió una sobredosis por drogas en una fiesta en la que también estaba una de sus hijas, Rumer, que entonces tenía 23 años. “Me estaba desmoronando. Lo siguiente que recuerdo es que todo se volvió borroso y me podía ver a mí misma desde fuera". Por eso ingresó en una clínica de desintoxicación.

En sus memorias también menciona que a los 15 años sufrió una violación cuando volvía de noche a casa. "Fue un hombre que conocía y fue devastador".

El lado amable de la vida lo encontró junto a Bruce Willis, a quien menciona como "su salvador" durante los 13 años que duró su matrimonio. "El y mis hijas me dieron la oportunidad de redirigir el curso de mi vida antes de que lo destruyera todo. Sin esa oportunidad, sin su confianza en mí, hoy no estaría aquí".

Vía: Women's Health US