- Colorete en crema: ¿puede causar brotes de acné?
- Cómo aplicar la cantidad justa de colorete, según Tiktok
Hace ya bastantes años que la técnica del contouring entró en nuestras vidas para quedarse. Gracias a referentes como las hermanas Kardashian, aprendimos que es posible esculpir el rostro, sin necesidad de someterse a ninguna operación quirúrgica, simplemente jugando con los claroscuros. Poco a poco se dio a conocer el método concreto que usaba esta conocida familia de Estados Unidos para su maquillaje y si alguna conclusión extrajimos es que aquella rutina de belleza era cualquier cosa menos sencilla y práctica.
Y es que el contouring puede ser una buena opción cuando buscamos un resultado muy pulido, en ocasiones especiales, cuando no es tan importante el tiempo que debemos invertir para conseguir un buen resultado. Pero para el día a día, dedicar demasiados minutos a lograr un maquillaje correcto, puede no ajustarse a las necesidades de muchas de nosotras. Por otro lado, el resultado que se obtiene con el contouring quizás sea demasiado construido para la rutina diaria, cuando por lo general, se opta por maquillajes más naturales.
Todos estos condicionantes unidos a las nuevas tendencias que priorizan las pieles más jugosas e hidratadas, han dado lugar a que los maquilladores eleven a categoría de joya un producto de maquillaje que en realidad ha estado siempre ahí: el colorete. Muchos de ellos coinciden en que con este producto se consigue dar forma al rostro, con un resultado más actual y menos encorsetado que aplicando la técnica del contorneado. Toda la complicación consiste en colocarlo en el sitio adecuado y de manera estratégica.
Y si se trata de alabar las cualidades de los clásicos, aunque esta temporada están de plena actualidad los formatos en crema, no hay que pasar por alto las ventajas de los coloretes en polvo: permiten jugar con mayor control sobre la intensidad del tono y permanecen sin problema en el sitio donde se aplican, sin necesidad de preocuparse sobre si el producto se mueve o desaparece entre la grasita natural generada por la propia dermis.
Cómo aplicar el colorete para un contorno natural
Para saber exactamente dónde poner el colorete, debes realizar la divertida cara de pez que se consigue succionando los mofletes. Así lograrás localizar los pómulos y una vez los tengas ubicados, debes aplicar el rubor desde la oreja, a mitad de la mejilla, justo en la zona donde se hunde tu rostro al hacer la mueca. Ahora difumina el producto con movimiento ligeros y rápidos hacia arriba. Es importante hacerlo en esta dirección para no dar lugar al aspecto de cara caída.
Una vez tengas este paso, que es lo que dará definición a la cara, puedes darle más presencia al blush intensificándolo en la zona de las manzanitas. En este punto, recuerda que es importante no sonreir, para que el colorete quede justo donde quieres mientras mantengas la expresión natural en el rostro. Para un aspecto más natural, también puedes aplicar colorete en las zonas donde más incide el sol en el rostro: sienes, puente de la nariz y parte superior de las mejillas. Esto funciona especialmente bien con los tonos rojizos, ya que es el color natural que adquiere la piel cuando es besada por el sol.
