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La tan esperada película de Emerald Fennell, Saltburn, narra la historia de Oliver Quick (Barry Keoghan), un estudiante de primer año con beca en la Universidad de Oxford que lucha por encajar con sus compañeros de clase de la alta sociedad. En su empeño por hacerlo, Oliver es invitado a pasar un verano en la extensa finca de su acomodado compañero de clase, Felix Catton (Jacob Elordi). Todo lo que sucede después se corona como un thriller psicológico que se desarrolla como una mezcla entre El talento de Mr. Ripley y Retorno a Brideshead. Sin embargo, a pesar de los acontecimientos de suspense que aparecen durante toda la trama, hay una estrella incuestionable de la película: la mansión de Saltburn.

La finca campestre que aparece en la película, conocida en la vida real como Drayton House, es una mansión ubicada en Northamptonshire (Inglaterra) que pertenece a la familia Stopford-Sackville desde 1770. Cada una de las 127 habitaciones de la finca de estilo barroco rezuma encanto aristocrático. Tal y como vemos en la película, su terreno cuenta con piscinas, jardines y un laberinto de setos, un escenario perfecto para las escenas incendiarias de Saltburn.

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Cortesía de MGM y Amazon Studios / Amazon Content Services LLC
Fotograma de la película Saltburn.

La diseñadora de producción Suzie Davies, cuenta que al buscar una ubicación para la película, su propósito era encontrar un lugar exclusivo que no hubiera sido mostrado en el cine antes. Pero, sobre todo, la decisión se redujo a algo más allá de la mera logística. "Saltburn trata sobre el deseo, la obsesión y el sudor", dice Davies a Elle Decor USA. "Nos adentramos en una atmósfera hermosa y llena de historias, pero con problemas debajo de esa superficie. Y queríamos que el público pudiera saborear, tocar y oler la película", agrega. Sí, para eso Drayton House era perfecta.

Durante el rodaje en sus terrenos, Fennell construyó la historia sobre lo que ya se encontraba allí para crear un siniestro mundo de Saltburn. Las inquietantes tomas exteriores establecen un tono oscuro, palpable desde la escena en la que el autoritario mayordomo de la mansión abre la puerta cuando Oliver llega por primera vez. Pero Davies admite haber mejorado el exterior de la mansión, sobre todo el laberinto de setos. "El laberinto es casi todo ficticio", dice, y agrega que el equipo instaló cuatro gigantescas esculturas clásicas de minotauros en cada esquina del laberinto para darle una presencia espeluznante.

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Cortesía de MGM y Amazon Studios / Amazon Content Services LLC

Por lo general, las leyes de patrimonio inglés prohíben la alteración de las habitaciones de época para rodajes. Pero como la casa es privada, los propietarios dieron su bendición a Fennell y Davies para repintar y cambiar la decoración según fuera necesario. "¡En un sitio del National Trust o del patrimonio inglés, ni podría acercarme!" señala Davies que, tras lograr estos permisos, realizó varios movimientos en su interior. Por ejemplo, las habitaciones de Felix y Oliver son habitaciones reales de la casa pero modificadas para crear un efecto más cinematográfico. "Las intercambiamos, las pintamos, quitamos tapices, y los volvimos a colocar", dice Davies. "Convertimos una habitación en un baño y un baño en un vestidor".

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Cortesía de MGM y Amazon Studios / Amazon Content Services LLC
Barry Keoghan, interpretando a Oliver.

El equipo utilizó la planificación espacial para crear la sensación de que algo no estaba bien. En la sala de estar donde conocemos por primera vez a la familia Catton, los muebles son inquietantemente compactos. Lo comprobamos cuando en uno de los primeros momentos de la película, la familia Catton ve la televisión en la habitación más pequeña, mientras hay otras 100 habitaciones espaciosas. También en otras escenas, como esa en la que vemos un cenicero de Lalique que rebosa de colillas de cigarrillos. "A menudo, cuando ves propiedades como esta en las películas, sientes que no puedes tocar ni sentarte en las cosas. Se siente correcto y adecuado, y estás un poco impresionado por el arte, los muebles y los textiles", dice Davies. "Queríamos que esta película se sintiera plenamente habitada por nuestros personajes".

Vía: ELLE Decor US