"Es divertido envejecer. Es un alivio. Y a cierta edad simplemente parecemos más jóvenes y frescas sin maquillaje". Con estas palabras escritas en su cuenta de Instagram, Pamela Anderson compartió hace unos meses con sus seguidores las razones por las que ha renunciado al maquillaje. Quien marcara tendencia en los noventa con sus labios siempre perfilados y sus sombras de ojos ahumadas prefiere ahora optar por la sencillez de la cara lavada y, si acaso, un toque de brillo en los labios. Y en su última aparición pública en Nueva York, ha vuelto a hacerlo.

La actriz y modelo asistió a la una fiesta previa a la gala Met organizada por la firma Monse y a la que acudieron otros rostros tan conocidos como la top model Naomi Campbell o la diseñadora Stella McCartney. Para la ocasión, Pamela Anderson, que cumplirá 57 años el próximo mes de julio, apostó por un conjunto formado por camisa blanca deconstruida y falda-joya cuajada de brillos. Lo más llamativo de su look, sin embargo, fue la ausencia de maquillaje (más allá de un ligero toque de color en los labios).

pamela anderson sin maquillaje
THE HAPA BLONDE//Getty Images

Con su característica melena rubia totalmente suelta y sus cejas ultrafinas, Anderson volvió a afianzar su compromiso con la belleza natural pasados los 50. Una decisión que tomó tras la muerte de su maquilladora de confianza, tal y como ella misma explicó cuando apareció en la semana de la moda de París el pasado año con el rostro lavado. Desde entonces ha acudido sin una gota de maquillaje a eventos como la after-party de los Oscar e incluso ha posado a cara al natural en revistas y campañas como la de primavera-verano 2024 de la firma estadounidense Proenza Schouler.

A sus 56 años, la actriz de Los vigilantes de la playa lleva tiempo queriendo dejar atrás la imagen estereotipada con la que marcó una época y se convirtió en icono. "Salvo el tinte, las tetas y los zapatos, soy de verdad", bromeaba irónica en el documental sobre su vida que puede verse en Netflix. "Me di cuenta de que todo el mundo estaba haciendo grandes looks de maquillaje y es propio de mí ir contra la corriente y hacer lo contrario de lo que todos hacen", añadió en su momento como un segundo argumento de esta nueva etapa como embajadora de la naturalidad. Y a juzgar por su más reciente aparición en Nueva York, más que una fase pasajera, su rechazo a la belleza artificial parece un nuevo mantra vital.