"Tamara de Lempicka era algo así como un Warhol, antes de Warhol," dice Nick Deimel, un especialista sénior de Sotheby's Nueva York a la revista T&C. Es una declaración atrevida, principalmente, porque la prominencia de la fallecida artista alcanzó su punto máximo a principios del siglo XX, mucho antes del ascenso exponencial de Warhol en Estados Unidos. Pero aún así, Deimel aclara: "Ella era una experta, no solo en ocultar su identidad ante el público", dice, "sino también en controlar y presentarse como consideraba necesario".

Es verdad: Lempicka, una pintora nacida en Polonia que huyó a París con su primer marido tras la Revolución Rusa que interrumpió su vida acomodada en 1917, era una experta en controlar su imagen pública. Firmaba sus primeras obras como Lempicki, la forma masculina de su nombre, para ocultar su género. Tampoco reconoció públicamente a su hija, ni viceversa. Se sabía que era bisexual y, para algunos, parecía una "buena" esposa, mientras que para un grupo de mujeres bisexuales, como Vita Sackville-West, ex amante de Virginia Woolf, y la novelista francesa Sidonie-Gabrielle Colette, era una figura queer. A menudo se dice que Warhol habría disfrutado de la era digital actual, donde las personas tienen mucho control sobre su imagen pública, y quizás Lempicka también lo habría hecho.

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Emilio Madrid
Edin Espinosa interpreta aTamara de Lempicka en el nuevo musical de Broadway Lempicka, en el Longacre Theatre.

La artista estaba muy adelantada a su tiempo, y el regreso de su legado al mainstream podría decir mucho sobre nuestra época. La pintora fue prominente durante la era del Art Decó en París, y su obra se caracteriza a menudo por toques de formas cúbicas utilizadas por artistas como Picasso, colores intensos como los empleados por El Greco, y el dramatismo asociado con Caravaggio. Sus musas iban desde su hija hasta sus amantes, y su trabajo a menudo representaba a mujeres, tanto elegantemente vestidas como desnudas. "Le encantaban los contrastes", explica Deimel. "En algunas pinturas, representa ciudades modernistas contra un desnudo clásico. Había muchas capas en su arte".

El mes pasado, Sotheby's organizó El Mundo de Tamara: Una Celebración de Lempicka y el Art Decó, una exposición con venta que presentó varias obras suyas junto a las de algunos de los artistas y artesanos del Art Decó más buscados del mundo, como Raphaël Delorme, Le Corbusier y Edward Steichen. En ella también había joyas de Cartier, Belperron, Van Cleef & Arpels y Fouquet. Además, hablando del control de la imagen pública, había también una fotografía de alguien que Lempicka alguna vez pretendió ser. "Estaba alojada en un hotel en Italia, y los reporteros pensaron que era Greta Garbo", explicó Deimel. "Así que el hotel le pidió que se arreglara un poco y posara para las cámaras, y ella lo hizo".

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Getty/Sotheby's
Portrait de Romana, 1928, obra de Tamara Lempicka vendida en una subasta en Sotheby’s en 2022.

La exposición se inauguró en paralelo con el nuevo espectáculo de Broadway, Lempicka, escrito por Carson Kreitzer y Matt Gould. En el escenario, la actriz Eden Espinosa asume el papel de la artista y, en una historia un poco ficcionalizada, se enamora de la apasionada y tormentosa escort Rafaela (interpretada por Amber Iman) mientras está en París. Rafaela se convierte en la musa de Lempicka y a menudo aparece en sus pinturas. Pero pronto la situación se complica, y Lempicka se encuentra en un encrucijada entre Rafaela y su esposo, su trabajo y sus deberes familiares.

"He trabajado en esta producción durante nueve años", cuenta Eden Espinosa a la revista T&C. "He tenido el privilegio de experimentar el personaje de Tamara de Lempicka después de mis propios eventos personales... desamor, divorcio, la pandemia. Mis experiencias me han dado mucho más compasión por Lempicka y por cómo ella tuvo que lidiar con todo. Ella tenía que mantener todo en orden; su familia, su carrera, sus amores."

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Courtesy of Sothebys
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Bettmann//Getty Images
La artista Tamara de Lempicka, en una fotografía sin fecha, falleció en 1980, pero hoy es el centro de un auge cultural

Una reciente función del musical recordó la interpretación de Bradley Cooper del compositor Leonard Bernstein en Maestro, y cómo a menudo se encontraba atrapado entre diferentes mundos: ser un director de orquesta clásico pero querer aventurarse en el teatro musical; ser un esposo devoto, pero también un mujeriego; y tener amantes tanto hombres como mujeres.

Lempicka ya está llenando los teatros en Broadway, pero lo que aún está por llegar es la primera retrospectiva de su homónima en los Estados Unidos, en el Museo de Young en San Francisco, que comienza el 12 de octubre. Según el museo, la retrospectiva presentará alrededor de 100 de sus obras y revelará el proceso creativo detrás de sus pinturas. "Siento que hoy hay cosas en marcha que Tamara puso en movimiento", dice Espinosa. "Lo que se necesita y lo que significa ser un 'icono', cómo se ha marcado a sí misma, con quién hablaba...Era una genio del marketing. En su tiempo, si hubiera sido hombre, se la habría considerado como un Picasso o un Dalí. Nuestra sociedad está cambiando lentamente y está recibiendo a las mujeres de una manera que no lo hacía antes". Los esfuerzos de Lempicka para crear y controlar su propia imagen están dando frutos.

Vía: Town & Country US